Hace unos días realizamos un pequeño seguimiento arqueológico en Fuente del Maestre (Badajoz). Vamos a utilizar este para hablar de lo que es un seguimiento arqueológico de obras.
¿Qué es un seguimiento arqueológico?
El seguimiento arqueológico de obra contempla la supervisión de las actuaciones que se realizan durante la ejecución de una obra civil. Es el trabajo previo a una posible excavación arqueológica, en el que se determina si es necesaria una excavación a tenor de los restos que pudieran aparecer. De esta forma, nos permite determinar la extensión del yacimiento y el tipo de intervención que se requerirá para realizar el estudio arqueológico.

La actuación junto a la muralla de Fuente del Maestre
En este caso concreto, nos encontrábamos junto a la Muralla de Fuente del Maestre (Badajoz), declarada Bien de Interés Cultural. La intervención era bastante sencilla, localizar un atasco, presumiblemente, en la salida de aguas residuales de un local anexo a su cara interior.
Una vez levantada la capa superficial de suelo, obra realizada a finales de los noventa, pudimos ver que no era la primera vez que se tenía que actuar sobre esas canalizaciones. Los estratos de tierra aparecían removidos y con múltiples restos contemporáneos . Además, pudimos observar que se utilizaba parte de la muralla como aliviadero de otras canalizaciones modernas, sin entubar o recoger los residuos de otra forma.

Encontrado el problema, fue necesario que apareciera el camión de desatrancos de la Diputación de Badajoz, para darle solución. Se construyo una acometida mayor, utilizando una media caña de tubo de 40 cm al que vertían los dos locales problemáticos. Esta se revistió de ladrillo hasta unos 50 cm de altura con ladrillos y rasillones, dejando una cámara, para no tocar la muralla. La acometida se dispuso con una serie de aperturas para que el agua escurriera por el interior de la muralla encontrara una salida y no se generara humedad en su interior.

Cuando finalizaron los trabajos de la arqueta se recreció con hormigón la tapa de ladrillo hasta una altura suficiente para colocar el suelo. Los operarios intentaron colocar las piedras con las mismas dimensiones y disposición para simular el mismo pavimento que había antes. Finalmente se colocó una tapa de registro, para controlar la salida de aguas residuales, y prevenir futuros atascos.
